Datos sobre la salud del hígado

Octubre es el Mes Nacional de la Concienciación sobre el Hígado, y una oportunidad para destacar datos sobre el hígado y cómo mantenerlo sano. El hígado es el órgano interno más grande, situado en la parte superior derecha del abdomen. Tiene el tamaño aproximado de un balón de fútbol, pesa cerca de un kilo y desempeña un papel fundamental en más de 500 funciones vitales de todo el organismo. Por nombrar algunas, el hígado

• Ayuda a digerir los macronutrientes (proteínas, grasas, hidratos de carbono),
• Elimina las toxinas del torrente sanguíneo
• Ayuda a mantener el azúcar en sangre

Si el hígado está dañado, no desempeñará bien sus funciones. Con muchas tareas importantes, la salud de nuestro hígado es esencial, sobre todo porque no se puede vivir sin él. A continuación se presentan algunos mitos y realidades comunes sobre el hígado con consejos sobre cómo puede dar prioridad a su propia salud hepática.

Mito: Sólo quienes consumen alcohol en exceso desarrollan enfermedades hepáticas.

Realidad: El consumo excesivo de alcohol no es la única forma de desarrollar una enfermedad hepática. La enfermedad hepática puede producirse cuando las células del hígado se dañan con la grasa. Es la forma más común de enfermedad hepática crónica, conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA). Existen dos tipos de EHGNA: el hígado graso no alcohólico (HGNA) y la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). La EHNA es una forma progresiva de HGNA, y se produce cuando hay inflamación del hígado y daño hepático, además de grasa en el hígado. Los factores de riesgo de esta enfermedad hepática son el sobrepeso/la obesidad, los antecedentes de prediabetes o diabetes de tipo 2 y el síndrome metabólico.

Esta enfermedad hepática afecta a cerca del 24% de los adultos en EE.UU. Si no se trata, el hígado graso puede provocar daños hepáticos más graves, como cirrosis, cáncer de hígado y, finalmente, insuficiencia hepática. Padecer cirrosis o una enfermedad hepática también puede significar que tenga que hacer cambios en su dieta. Siga leyendo para aprender consejos de nutrición para un hígado sano.

Mito: Los suplementos y las limpiezas hepáticas pueden corregir el daño hepático existente.

Realidad: Algunas personas han afirmado que las limpiezas hepáticas, como los suplementos de venta libre o los programas de limpieza de zumos de tres días, pueden corregir el daño hepático existente o ayudar al hígado a trabajar mejor en la eliminación de toxinas después de beber mucho alcohol o comer muchos alimentos poco saludables. La verdad es que los suplementos no están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA); por lo tanto, no han sido probados lo suficiente como para ser recomendados por profesionales de la salud y podrían contener ingredientes nocivos.

Las limpiezas a base de zumos tampoco son seguras para las personas con enfermedades renales, diabetes o bajo peso. No existe ninguna prueba científica de que los suplementos o los programas de limpieza eliminen las toxinas del cuerpo o le hagan más saludable.

La buena noticia es que el hígado puede desintoxicarse solo. El hígado funciona como un filtro de la sangre. Inspecciona, separa y procesa los compuestos que flotan en el torrente sanguíneo. Cuando se detecta una toxina o un producto de desecho, el hígado lo descompone para prepararlo y enviarlo fuera del sistema, ya sea a través del tracto digestivo o de los riñones. En lugar de una arriesgada e ineficaz limpieza a base de zumos, intenta adoptar hábitos alimenticios saludables que protejan la salud de tu hígado a largo plazo. Puede considerar la dieta mediterránea como una forma de proteger su hígado. Elegir más frutas y verduras, proteínas magras y grasas saludables, limitando al mismo tiempo los azúcares añadidos y los alimentos ricos en sodio y grasas saturadas/trans, le proporcionará antioxidantes que combaten la inflamación y ayudarán a que su hígado funcione correctamente.

Además de una dieta sana, mantenerse hidratado es fundamental para la salud del hígado. Intente beber un mínimo de ocho vasos de agua al día. Por último, hacer ejercicio de forma constante ayuda a reducir la grasa del hígado y favorece la pérdida de peso en general. Para los adultos mayores, la recomendación es de 30 minutos, 5 días a la semana, o 150 minutos (unas 2 horas y media) de ejercicio de intensidad moderada a la semana.

Mito: No se puede hacer nada para reducir el riesgo de cáncer de hígado.

Realidad: Los expertos estiman que casi el 70% de los casos de cáncer de hígado se pueden prevenir. Los consejos sobre ejercicio y nutrición que contiene este artículo son algunas de las mejores formas de reducir el riesgo de cáncer de hígado. También es importante que colabore con su médico para controlar las enfermedades crónicas que pueden provocar cáncer de hígado.

La detección precoz del cáncer de hígado es una de las mejores formas de vencerlo. Por eso es tan importante tener un médico de cabecera y hacerse revisiones preventivas periódicas.

Hable hoy mismo con su proveedor de ArchWell Health para saber más sobre la salud del hígado y las medidas que puede tomar para ayudar a este importante órgano.

Este artículo proporciona información diseñada para complementar su gestión personal de la salud. No proporciona consejo médico y no pretende sustituir el consejo médico profesional. Los enlaces a otros sitios web no implican la aprobación del material contenido en ellos.